Organizaron los atenienses un concurso musical en Delfos para conmemorar la muerte de la serpiente Pitón, y entre otros fue a participar Eunomo de Locrios. Tuvo la mala fortuna de que le tocó interpretar su cántico a la hora en la que hacía más calor en el santuario y las cigarras competían con todos los concursantes, por lo que apenas se le escuchaba. Pero, además, se le rompió una cuerda a la cítara con la que se acompañaba y el joven ya dio por perdido el certamen. Entonces una de las cigarras voló desde la rama de una encina cercana hasta el mástil del instrumento y se colocó entre las cuerdas restantes como si fuese otra, provocando el asombro de jueces y público. Lo que a continuación hizo Eunomo fue seguir a la cigarra y acomodarse a su música, y de este modo se ganó la admiración de todos los presentes y se llevó el primer premio.
Seguidores
sábado, 20 de julio de 2024
La cigarra y la cítara
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario