Los góticos no mueren. Bueno, ya no se sabe si son góticos o punkis a lo disney, pero ahí siguen. Antes se les llamaba siniestros, gastaban abrigos dos tallas más grandes y calzaban zapatos de punta con hebilla muy gruesa. Eran pocos. Ahora te asomas a internete o al salón del manga de tu barrio y son legión. Tienen mucho de frikis. Algunas góticas posan muy monas y si pueden con lencería fina. No los verás por la playa en verano, y si lo hacen, lo harán con las uñas pintadas de negro para que se les note que lo son. Un cuadro.
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sábado, 31 de mayo de 2008
viernes, 30 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
Fábula de Venecia.
Según me indicó Hugo Pratt, o quizás Corto Maltés, sobre la pata derecha del león de piedra que guarda la entrada del Arsenal de Venecia, descubriría grabadas unas iniciales que me permitirían hallar la Clavícula de Salomón.
Salomón, hijo de David, Rey de Israel, fue famoso en la antigüedad por su sabiduría y por la construcción del Templo de Jerusalén en cuyas ruinas levantarían siglos más tarde los Caballeros de la Orden del Temple su cuartel general.
Un guerrero varego, mercenario, al servicio del Basileus de Constantinopla, conoció de boca de un marinero árabe la leyenda y localización exacta de la esmeralda de Salomón. El musulmán explicó a Oleg que estaba oculta en Venecia, y éste, para evitar que el secreto se divulgase, asesinó esa misma noche a su confidente. Más adelante, en una incursión que hizo al Pireo en Grecia (1040) contra los enemigos del Emperador de Bizancio, grabó, sobre el hombro derecho de un león de piedra que había junto a una fuente, el lugar exacto donde hallar la esmeralda de Salomón.
Oleg murió en una conspiración de palacio, pero, casualmente, siglos más tarde (1687) los venecianos robaron el león de piedra y lo ubicaron en su actual emplazamiento.
A mediados del siglo XX muchos fueron los que intentaron descifrar la inscripción rúnica: masones, poetas, aventureros, buscafortunas, fascistas, pseudotemplarios, iluminados, etc., etc., no faltando a la cita crímenes inconfesables, pero lo cierto es que nadie supo interpretar correctamente las indicaciones del vikingo sobre el mármol. La clavícula de Salomón, como Troya, aún espera su Schliemann.
Permanecí un largo rato frente a la puerta del Arsenal, contemplando al león que guarda el secreto. La inscripción, desafortunadamente, es hoy día sólo un recuerdo que el tiempo y la contaminación se han encargado de borrar. Pese a ello, por unos momentos creí estar a punto de descifrar el enigma, pero la Clavícula de Salomón, hecha del mismo material que los sueños, se desvaneció lentamente y yo me confundí como uno más entre la masa de turistas que inunda Venecia.
Salomón, hijo de David, Rey de Israel, fue famoso en la antigüedad por su sabiduría y por la construcción del Templo de Jerusalén en cuyas ruinas levantarían siglos más tarde los Caballeros de la Orden del Temple su cuartel general.
Un guerrero varego, mercenario, al servicio del Basileus de Constantinopla, conoció de boca de un marinero árabe la leyenda y localización exacta de la esmeralda de Salomón. El musulmán explicó a Oleg que estaba oculta en Venecia, y éste, para evitar que el secreto se divulgase, asesinó esa misma noche a su confidente. Más adelante, en una incursión que hizo al Pireo en Grecia (1040) contra los enemigos del Emperador de Bizancio, grabó, sobre el hombro derecho de un león de piedra que había junto a una fuente, el lugar exacto donde hallar la esmeralda de Salomón.
Oleg murió en una conspiración de palacio, pero, casualmente, siglos más tarde (1687) los venecianos robaron el león de piedra y lo ubicaron en su actual emplazamiento.
A mediados del siglo XX muchos fueron los que intentaron descifrar la inscripción rúnica: masones, poetas, aventureros, buscafortunas, fascistas, pseudotemplarios, iluminados, etc., etc., no faltando a la cita crímenes inconfesables, pero lo cierto es que nadie supo interpretar correctamente las indicaciones del vikingo sobre el mármol. La clavícula de Salomón, como Troya, aún espera su Schliemann.
Permanecí un largo rato frente a la puerta del Arsenal, contemplando al león que guarda el secreto. La inscripción, desafortunadamente, es hoy día sólo un recuerdo que el tiempo y la contaminación se han encargado de borrar. Pese a ello, por unos momentos creí estar a punto de descifrar el enigma, pero la Clavícula de Salomón, hecha del mismo material que los sueños, se desvaneció lentamente y yo me confundí como uno más entre la masa de turistas que inunda Venecia.
martes, 27 de mayo de 2008
viernes, 23 de mayo de 2008
miércoles, 21 de mayo de 2008
Centauro.
Neso dio muerte a Hércules. En realidad lo hizo su sangre. Así fue su venganza: agonizaba por una certera flecha que le lanzó el hijo de Zeus y sugirió a Deyanira, la esposa de aquel, que mojase en su sangre una camisa para convertirla en chaleco invulnerable. Tal cual lo hizo la heráclida. Mas cuando Hércules la vistió, se hizo estrecha, estrecha, hasta asfixiarlo.
Greguerías de David Vela de la Serna.
Con motivo de una exposición en Alcalá de Henares de ilustraciones sobre algunas de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna, el inefable David Vela ha tenido el detalle de enviarme el catálogo. Y como es de bien nacidos el ser agradecidos, dice la sabiduría popular, lo cuento y de paso os doy envidia porque vosotros no lo tenéis, chincha, rabia.
Pero como no soy tan malo, para deleitaros con su arte, no tenéis más que pinchar en la imagen.
martes, 20 de mayo de 2008
Fantasmas.
sábado, 17 de mayo de 2008
SpiderWC.
jueves, 15 de mayo de 2008
Basket.
Girafa con G era un as encestando. Le pusieron el mote por la altura y porque no acertaba con la J cuando era G en Lengua. No acudía mucho a clase pero era inevitable en las pistas. Quisieron ficharlo para el equipo del insti pero jugaba solo. No quería hacer amigos ni le gustaba la competición. Tampoco era muy hablador que digamos. Hace años que terminó la secundaria por cosa de la edad, aunque sigue yendo a jugar consigo mismo, con el beneplácito de la dirección del Centro y pese a las bolas de aluminio que le lanzan a matar los alumnos.
miércoles, 14 de mayo de 2008
Escualo.
martes, 13 de mayo de 2008
Héroe americano.
El héroe americano por excelencia es un tipo apijamado que gusta de pasearse por las azoteas. Desde allí lucha encarnizadamente contra el mal venga de donde venga. Ese combate ha de ser agotador, por eso nada mejor que hacer la tarea con el traje de acostarse. Una vez cumplido el deber, a la camita.
sábado, 10 de mayo de 2008
jueves, 8 de mayo de 2008
miércoles, 7 de mayo de 2008
Los ilusos.
Así se titula el libro de Rafael Azcona que ilustra Mingote. Es una novela encantadora pero con muy mala leche. Los dibujos de Mingote son sensacionales. Como, en mi opinión, falta un dibujo del momento más desternillante de la novela, también en mi opinión, me he permitido el lujo de hacerlo yo imitando el estilo del maestro.
A leer.
lunes, 5 de mayo de 2008
¡Estás hecho un monstruo!
Parece mentira pero muchas veces no sabe uno por donde le va a venir el título al comic que está pensando hacer. Sin ir más lejos, un paisano de Motril que pernocta en la Herradura, le puso nombre a un tebeo después de pasar dos noches seguidas con la hermana melliza del Javier Vázquez ese de la tele y que tan bien presenta. Y la anécdota tiene su gracia porque todo vino a cuento de una camiseta que gustó a la gachí, y el gachó se quitó rápidamente para regalársela y soltarle al oído un refrán que dice: "cuando el grajo vuela bajo, ...", o algo así, más o menos, que no falla cuando vas de chorberío, nos ha contao.
domingo, 4 de mayo de 2008
sábado, 3 de mayo de 2008
viernes, 2 de mayo de 2008
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