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viernes, 30 de noviembre de 2007
miércoles, 28 de noviembre de 2007
De Judo.
martes, 27 de noviembre de 2007
El correo del Zar o la gran nevada.
A los catorce años Miguel Strogoff mató su primer oso sin ayuda de nadie, lo cual no era poca cosa; pero, además, después de deshollarlo, arrastró la piel del gigantesco animal hasta la casa de sus padres, distante muchas verstas, lo cual revelaba que el muchacho poseía un vigor poco comun.
Este género de vida le fue muy provechoso y así, cuando llegó a la edad de hombre hecho, era capaz de soportarlo todo: frío, calor, hambre, sed y fatiga. Era, como el yakute de las tierras septentrionales, de hierro. Podía permanecer veinticuatro horas sin comer, diez noches consecutivas sin dormir y sabía construirse un refugio en plena estepa, allí donde otros quedarían a merced de los vientos.
Dotado de sentidos extremadamente finos, guiado por unos instintos de Delaware en medio de la blanca planicie, cuando la niebla cubría todo el horizonte, aun cuando se encontrase en las más altas latitudes (allí donde la noche polar se prolonga durante largos días), encontraba su camino donde otros no hubieran podido orientar sus pasos.
Este género de vida le fue muy provechoso y así, cuando llegó a la edad de hombre hecho, era capaz de soportarlo todo: frío, calor, hambre, sed y fatiga. Era, como el yakute de las tierras septentrionales, de hierro. Podía permanecer veinticuatro horas sin comer, diez noches consecutivas sin dormir y sabía construirse un refugio en plena estepa, allí donde otros quedarían a merced de los vientos.
Dotado de sentidos extremadamente finos, guiado por unos instintos de Delaware en medio de la blanca planicie, cuando la niebla cubría todo el horizonte, aun cuando se encontrase en las más altas latitudes (allí donde la noche polar se prolonga durante largos días), encontraba su camino donde otros no hubieran podido orientar sus pasos.
Julio Verne, Miguel Strogoff, el correo del Zar.
lunes, 26 de noviembre de 2007
viernes, 23 de noviembre de 2007
Termas.
"Mira, a mi alrededor suena por todas partes una gritería de lo más variada: vivo encima de una casa de baños. Imagínate ahora todas las clases de voces que pueden provocar el odio en los oídos: cuando los más fuertes hacen ejercicio y lanzan sus manos cargadas de plomo, cuando se fatigan o hacen como que se fatigan, oigo sus gemidos; cada vez que dejan salir el aliento retenido, silbidos y resuellos de lo más estridente. Cuando topo con alguien indolente, que se contenta con el actual masaje plebeyo, oigo el crujido de la mano al embadurnarle los hombros, que cambia de tono según vaya plana o ahuecada. Y si surge algún jugador de pelota y empieza a contar las bolas, ya es el acabose.
Añade ahora al camorrista y al ladrón sorprendido robando y a aquel al que le encanta su voz en el baño; añade ahora a los que saltan a la piscina con enorme ruido del agua agitada. Además de esos, cuyas voces , si no otra cosa, son normales, piensa en el depilador que emite una voz fina y penetrante para hacerse notar más, y no calla nunca excepto cuando depila sobacos y obliga a otro gritar por él. Y ahora los gritos distintos del de las bebidas y el de los embutidos y el de los pasteles y todos los proveedores de tabernas que venden sus mercancías cada cual con su tono característico" (...)
Séneca, Epístola 56.
Trad: Miguel Rodríguez Pantoja.
Añade ahora al camorrista y al ladrón sorprendido robando y a aquel al que le encanta su voz en el baño; añade ahora a los que saltan a la piscina con enorme ruido del agua agitada. Además de esos, cuyas voces , si no otra cosa, son normales, piensa en el depilador que emite una voz fina y penetrante para hacerse notar más, y no calla nunca excepto cuando depila sobacos y obliga a otro gritar por él. Y ahora los gritos distintos del de las bebidas y el de los embutidos y el de los pasteles y todos los proveedores de tabernas que venden sus mercancías cada cual con su tono característico" (...)
Séneca, Epístola 56.
Trad: Miguel Rodríguez Pantoja.
jueves, 22 de noviembre de 2007
lunes, 19 de noviembre de 2007
MAX.
Max: Mi nombre es Máximo Estrella. Mi seudónimo, Mala Estrella. Tengo el honor de no ser académico.
Serafín El Bonito: Está usted pasándose. Guardias, ¿por qué viene detenido?
Un guardia: Por escándalo en la vía pública y gritos internacionales. ¡Está algo briago!
Serafín El Bonito: ¿Su profesión?
Max: Cesante.
Serafín El Bonito: ¿En qué oficina ha servido usted?
Max: En ninguna.
Serafín El Bonito: ¿No ha dicho usted que es cesante?
Max: Cesante de hombre libre y pájaro cantor. ¿No me veo vejado, vilipendiado, encarcelado, cacheado e interrogado?
Serafín El Bonito: ¿Dónde vive usted?
Max: Bastardillos. Esquina a San Cosme. Palacio.
Un guindilla: Diga usted casa de vecinos. Mi señora, cuando aún no lo era, habitó un sotabanco de esa susodicha finca.
Max: Donde yo vivo, siempre es un palacio.
El guindilla: No lo sabía.
Max: Porque tú, gusano burocrático, no sabes nada. ¡Ni soñar!
Serafín El Bonito: ¡Queda usted detenido!
Max: ¡Bueno! Latino, ¿hay algún banco donde pueda echarme a dormir?
Serafín El Bonito: Aquí no se viene a dormir.
Max: ¡Pues yo tengo sueño!
Serafín El Bonito: ¡Está usted desacatando mi autoridad! ¿Sabe usted quién soy yo?
Max: ¡Serafín El Bonito!
Serafín El Bonito: ¡Como usted repita esa gracia, de una bofetada, le doblo!
Max: ¡Ya se guardará usted del intento! ¡Soy el primer poeta de España! ¡Tengo influencia en todos los periódicos! ¡Conozco al ministro! ¡Hemos sido compañeros!
Serafín El Bonito: El señor ministro no es un golfo.
Max: Usted desconoce la historia moderna.
Serafín El Bonito: ¡En mi presencia no se ofende a Don Paco! Eso no lo tolero. ¡Sepa usted que Don Paco es mi padre!
Max: No lo creo. Permítame usted que se lo pregunte por teléfono.
Serafín El Bonito: Se lo va usted a preguntar desde el calabozo.
Don Latino: Señor inspector, ¡tenga usted alguna consideración! ¡Se trata de una gloria nacional! ¡El Víctor Hugo de España!
Serafín El Bonito: Cállese usted.
Don Latino: Perdone usted mi entrometimiento.
Serafín El Bonito: ¡Si usted quiere acompañarlo, también hay para usted alojamiento!
Don Latino: ¡Gracias, señor inspector!
Serafín El Bonito: Guardias, conduzcan ustedes ese curda al número 2.
Un guardia: ¡Camine usted!
Max: No quiero.
Serafín El Bonito: Llévenle ustedes a rastras.
Otro guardia: ¡So golfo!
Max: ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Una voz modernista: ¡Bárbaros!
Don Latino: ¡Que es una gloria nacional!
Serafín El Bonito: Aquí no se protesta. Retírense ustedes.
Otra voz modernista: ¡Viva la Inquisición!
Serafín El Bonito: ¡Silencio o todos quedan detenidos!
Max: ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Los guardias: ¡Borracho! ¡Golfo!
El grupo modernista: ¡Hay que visitar las redacciones!
Serafín El Bonito: Está usted pasándose. Guardias, ¿por qué viene detenido?
Un guardia: Por escándalo en la vía pública y gritos internacionales. ¡Está algo briago!
Serafín El Bonito: ¿Su profesión?
Max: Cesante.
Serafín El Bonito: ¿En qué oficina ha servido usted?
Max: En ninguna.
Serafín El Bonito: ¿No ha dicho usted que es cesante?
Max: Cesante de hombre libre y pájaro cantor. ¿No me veo vejado, vilipendiado, encarcelado, cacheado e interrogado?
Serafín El Bonito: ¿Dónde vive usted?
Max: Bastardillos. Esquina a San Cosme. Palacio.
Un guindilla: Diga usted casa de vecinos. Mi señora, cuando aún no lo era, habitó un sotabanco de esa susodicha finca.
Max: Donde yo vivo, siempre es un palacio.
El guindilla: No lo sabía.
Max: Porque tú, gusano burocrático, no sabes nada. ¡Ni soñar!
Serafín El Bonito: ¡Queda usted detenido!
Max: ¡Bueno! Latino, ¿hay algún banco donde pueda echarme a dormir?
Serafín El Bonito: Aquí no se viene a dormir.
Max: ¡Pues yo tengo sueño!
Serafín El Bonito: ¡Está usted desacatando mi autoridad! ¿Sabe usted quién soy yo?
Max: ¡Serafín El Bonito!
Serafín El Bonito: ¡Como usted repita esa gracia, de una bofetada, le doblo!
Max: ¡Ya se guardará usted del intento! ¡Soy el primer poeta de España! ¡Tengo influencia en todos los periódicos! ¡Conozco al ministro! ¡Hemos sido compañeros!
Serafín El Bonito: El señor ministro no es un golfo.
Max: Usted desconoce la historia moderna.
Serafín El Bonito: ¡En mi presencia no se ofende a Don Paco! Eso no lo tolero. ¡Sepa usted que Don Paco es mi padre!
Max: No lo creo. Permítame usted que se lo pregunte por teléfono.
Serafín El Bonito: Se lo va usted a preguntar desde el calabozo.
Don Latino: Señor inspector, ¡tenga usted alguna consideración! ¡Se trata de una gloria nacional! ¡El Víctor Hugo de España!
Serafín El Bonito: Cállese usted.
Don Latino: Perdone usted mi entrometimiento.
Serafín El Bonito: ¡Si usted quiere acompañarlo, también hay para usted alojamiento!
Don Latino: ¡Gracias, señor inspector!
Serafín El Bonito: Guardias, conduzcan ustedes ese curda al número 2.
Un guardia: ¡Camine usted!
Max: No quiero.
Serafín El Bonito: Llévenle ustedes a rastras.
Otro guardia: ¡So golfo!
Max: ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Una voz modernista: ¡Bárbaros!
Don Latino: ¡Que es una gloria nacional!
Serafín El Bonito: Aquí no se protesta. Retírense ustedes.
Otra voz modernista: ¡Viva la Inquisición!
Serafín El Bonito: ¡Silencio o todos quedan detenidos!
Max: ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Los guardias: ¡Borracho! ¡Golfo!
El grupo modernista: ¡Hay que visitar las redacciones!
Ramón María del Valle Inclán, Luces de Bohemia.
Que se casan.
Aunque parezca mentira, aún hay gente que quiere casarse. Como estos dos, los que vienen torpedeando el blog pidiéndome la invitación. Mientras que yo disertaba de literatos y filósofos, ellos venga a dar la lata. Ale, pues ahí la tenéis, luego no me vengáis con separaciones y divorcios, no te jiba.
sábado, 17 de noviembre de 2007
Otras Aventuras de Corto Maltés
El sello Ediciones Utópicas lanza al mercado un álbum hasta ahora inédito de Corto Maltés. Son algunas de las historietas que por una u otra razón Hugo Pratt, el creador del marino de Malta, no se decidió a publicar en vida. El Catedrático de Historia del Arte de la Universidad Estatal de Florencia, Luciano Emilio Valeriano, destaca en estas historias cortas el arte y la sensibilidad de un Pratt indeciso, titubeante, pero no por ello menos fascinante. Son aventuras singulares en su temática como la titulada "La Ballena de Jonás", o "El Calendario y las Bombas", por no citar "Los Guerreros de Porcuna", tal vez la mas evocadora. En todas ellas Corto vuelve a deleitarnos con sus misterios y encrucijadas, sueños y personajes inolvidables. Una edición de lujo para coleccionistas de lo imaginario.
jueves, 15 de noviembre de 2007
La cosa de la charca.
Siempre se supo que en la charca había un algo. Un algo escamoso y verdusco. Más de una se bañó en sus aguas y perdió algo más que la vergüenza. Por eso andan los cornudos arrojando redes, para ver si pescan algo. Pero eso va a ser más difícil que cazar a Nessie. El de la charca es primo hermano suyo, pelín más salidorro.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Te Jueves!
Culpables por injurias. Han condenado al dibujante Guillermo Torres y el guionista Manel Fontdevilla a pagar una multa de 3.000 euritos del ala por la dichosa portadita, esa que ha dado la vuelta al mundo gracias a jueces y fiscales. Pues nada, amigos, bienvenidos al club. Mucha suerte habíais tenido hasta el momento. Toca pagar las birras.
martes, 13 de noviembre de 2007
Las prisas no son buenas.
Las prisas no son buenas, dice el refrán popular, y si no me creen pregunten a Paco Lupiáñez que iba a interpretaba a Jesucristo en una ópera rock muy conocida y terminó haciendo de Judas Iscariote ahorcándose en los lavabos. La cosa fue como sigue: el obispo había tenido una visión aquella tarde tras merendar chocolate con churros en casa de una beatona de mucha papada y, ni corto ni perezoso, organizó unos seminarios para jubilados alpargatados. En esto que la beatorra, doña Segunda, le propuso montar una función, teatral, como ella era. El obispo, sin limpiarse el cacao del bozo, la hizo arrodillarse y la puso a cantar unas habaneras en fa, mi, re, do. Por eso el sobrino del sacristán salió a jugar al trompo, aprovechando el jolgorio, para no pararse a escuchar la doctrina que se ponía muy pesada a aquellas horas. En esto que Paco, Paco Lupiáñez, por no hacer un feo, pues le gustaba la puntualidad, cruzó la calle sin mirar, por las prisas, malas consejeras, y fue atropellado por una boñiga de vaca que había puesto allí un ángel. Y esa es la cosa, y por eso la cuento.
lunes, 12 de noviembre de 2007
La COSA.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Unamuno.
"Y he de confesar, en efecto, por dolorosa que la confesión sea, que nunca, en los días de la fe ingenua de mi mocedad, me hicieron temblar las descripciones, por truculentas que fuesen, de las torturas del infierno, y sentí siempre ser la nada mucho más aterradora que él."
Del Sentimiento Trágico de la Vida, Miguel de Unamuno.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Hace una burrada de años.
Se domesticó al perro. Todo un acontecimiento. Anda que no eran útiles ni na entonces estos bichejos peludos de a cuatro patas pa la cosa de cazar y dar calorcico en la oscuridad de las cavernas. Los perros daban compaña. Por aquellos días no se les abandonaba en la cuneta, entre otras cosas porque aún no se habían inventado, ni se meaban en las puertas de las casas, pues no existían los chaletes. No era aquella una vida de perros, que eso vino después, con los pisos pequeños y no encontrar un joío sitio donde plantar un zorullo. En aquella larga noche de la prehistoria los chuchos nos cogieron apego. Los canes siempre han sido cariñosos, agradecidos a nuestros ancestros por hacerles sitio junto al jamón de mamut. Ahora la gente prefiere los de la nintendo, que no hay que sacar a mear en invierno, con el frío que hace.
martes, 6 de noviembre de 2007
domingo, 4 de noviembre de 2007
Byron.
I had a dream, which was not all a dream.
The bright sun was extinguish'd, and the stars
Did wander darkling in the eternal space,
Rayless, and pathless, and the icy earth
Swung blind and blackening in the moonless air;
Morn came and went--and came, and brought no day,
And men forgot their passions in the dread
Of this their desolation; and all hearts
Were chill'd into a selfish prayer for light...
The bright sun was extinguish'd, and the stars
Did wander darkling in the eternal space,
Rayless, and pathless, and the icy earth
Swung blind and blackening in the moonless air;
Morn came and went--and came, and brought no day,
And men forgot their passions in the dread
Of this their desolation; and all hearts
Were chill'd into a selfish prayer for light...
viernes, 2 de noviembre de 2007
Los viajes de Gulliver.
Gulliver, sí, Gulliver el de los viajes, el personaje creado por Jonathan Swift. ¿Quién no lo conoce? Al personaje, digo.
Un peculiar viajero y visitante ilustrado de lugares extraordinarios, como la isla flotante, el país de los caballos con doctorado o el reino de los diminutos liliputienses. Sugerentes aventuras las suyas que invitaban a la reflexión y el aprendizaje moral. La de veces que habremos imaginado cosas al respecto amparados por sus observaciones. Por ejemplo, el país de los gigantes, anda que no da que pensar, ¿verdad?
jueves, 1 de noviembre de 2007
Trucotrato.
Han venido varias veces en lo que va de tarde-noche multitud de niños y grandes a la puerta de mi casa. Todos ellos disfrazados con más o menos gracia, o medios, de algo. Todos ellos pidiendo a grito pelao más caramelos. Uno va teniendo esa edad en la que la paciencia acostumbra a perderse con facilidad y ganas me han dao, no voy a engañaros, de practicar kickboxing con algún que otro fantasma. Al final me he conformado con la viñeta, tampoco estoy en edad de violencias. Además, no es noche de luna llena que es cuando me crecen el pelo y los colmillos.
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