Se ha muerto Francisco Rico que era un tipo del que yo tenía unos manuales universitarios sobre la historia de la Literatura, de editorial Crítica. Eran unos tomos blancos con la portada adornada de naipes de baraja española, si no recuerdo mal, que me permitieron pasar buenos ratos estudiando la asignatura, creo que prestando más atención a sus páginas que al programa oficial, pero esa era mi costumbre, ir por libre. La suya era una historia diferente porque hacía una breve introducción de cada tema y después incluía artículos de diversos investigadores o escritores sobre el estado de la cuestión, que ofrecían diversas perspectivas para entenderlo en su totalidad. De este modo no se limitaba a una simple opinión sino que exponía varias sin interpretaciones personales. Creo que nunca he vuelto a ver nada tan original en el mundo universitario. Fue recomendación de un gran profesor que tuve en Córdoba, Pedro Ruiz Pérez. Andando los años me encontré a Rico en un libro de Pérez Reverte, Hombres buenos, pero también en otras aventuras del Quijote. Esta es una de esas pérdidas que cuentan, pero en la que no reparará la mayoría.
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