¿Cuántas veces no hemos descubierto una tarde o mañana cualquiera a un extraño, mujer u hombre, niño o anciana, en una de tantas fotos como nos permiten los móviles? Personajes desconocidos, ajenos a la obra que se refiere a nuestra vida, se cuelan y nos acompañan para siempre sin haber sido invitados. Los miramos y remiramos y no les vemos la gracia, porque no son guapos. Es gente fea, hemos de reconocerlo, que nos resta protagonismo y su presencia inesperada parece augurar una amenaza, un mal paso, un tropiezo, un disgusto, vamos. Sí, ya sé que existen programas y aplicaciones que te permiten eliminar al intruso indeseable, pero siempre te queda el original y el recuerdo de que lo modificaste para acabar con aquel que no tiene culpa de tus indiscriminados disparos. Pero, por otra parte, por esa misma regla de tres, ¿en cuántas fotos tomadas por desconocidos no andas tú con cara o postura extraña fastidiando el recuerdo de una familia para toda su existencia?
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jueves, 30 de noviembre de 2023
Un extraño rostro en la foto
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