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sábado, 21 de enero de 2023

Blue Colorado

El primer vaquero que se vio por Úbeda fue el que se trajo mi padre de Ceuta. Era de la marca Blue Colorado, empresa catalana de jeans patrios. Lo había pasado enrollado al cuerpo como una faja, bajo el uniforme, en una de aquellas visitas que se hacían a la ciudad amparado por el salvoconducto de un permiso, durante el periodo militar. De África se traía uno de todo, por ser más barato, pero con el arte de que no se apercibiera la autoridad portuaria del delito.

Después de tenerlo mucho tiempo bien guardado, y una vez que se vio en casa, al abrigo y confianza que da ésta, se decidió al fin por lucirlos, que para eso se los había comprado. 

Una tarde, propicia a su entender, se los enfundó y salió con ellos a la calle, causando la inmediata sensación. Nadie quedó indiferente al suceso, grandes y chicos detenían sus labores y juegos, o se asomaban a las puertas y ventanas al verlo venir, pasar o irse. Las viejas se sonreían con malicia.

La noticia corrió como la pólvora por todo el pueblo. Con las nuevas le llegaron a mi abuelo Juan que, tranquilo y ajeno a la tragedia, fumaba y pimpaba una copichuela, acompañada de unas aceitunillas de cornezuelo, en el viejo casino, sobre la barra de mármol lapidario.

Un chache, familiar lejano, que entró alterado, descompuesto y blanco como un papel, lo alertó del suceso, señalando la calle con pavor.

-  Por ahí va tu hijo con un pantalón de maricón.

Allí dejó el padre, abuelo mío, el vino y las olivas, pero no perdió el pitillo, que sujetó con fuerza entre los labios como si en ello le fuera la vida.

Seguido de una cohorte de curiosos, acudieron en cuadrilla a donde se arrejuntaba la juventud, allá en unas eras sombreadas donde crecían altas higueras y, como era fácil localizar al insurrecto, que destacaba del general, lo abordó al momento.

Se encaró con él y le dio una orden sencilla, pero severa, acompañada de su glacial mirada, azul, de cíclope.

- Tira pa casa y te cambias ahora mismo.

Pasó mucho tiempo antes de que se viesen otras perneras de aquel color por aquella Úbeda rural, pero ya multiplicadas. 



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