Pepe Castro hizo la mili de volunta en Melilla, en las GOE. De allí se lo llevaron a Afganistán cuando el hércules en el que viajaba iba pa Irak. Un día los talibanes le hicieron prisionero y le operaron de fimosis. El ministro Bono medió en el asunto y lo dejaron libre, pero ya era tarde, perdió el prepucio y parte del capullo en el tira y afloja. Entonces lo licenciaron y lo pusieron en la calle, con la bandera de España, y una medallita de la Virgen del Consuelo, enrollada al pito. Se busco curro como segurata porque era licenciado, en armas, y le gustaban mucho las películas del Chuck Norris cuando hacía de guarda. Lo contrató un ruso que se había enriquecido vendiendo adosados con ático sin piscina en la carretera de Motril la Herradura, pa vigilarle las mujeres que se trajinaba en una mansión de Marbella y luego vendía baratas a los viajantes o alquilaba a los estudiantes. Al Pepe le parecía que la vida le sonreía, la paga era buena y Yuri, el perro del ruso, le estaba cogiendo afecto; pero él era hombre de acción y aquel sosiego como que le deprimía. Los días se le hacían largos y allí no se asomaba nadie mas que pa folliquear. Ni un mal gesto, ni una palabra más alta que otra, ni un puñetazo a deshora, aquello era una balsa de aceite de oliva. Por eso se pasaba las tardes mirando el mar, con su metralleta en banderola, acordándose de los desiertos de arena y de los moros que le dejaron sin gabardina, con la esperanza de ver venir una patera para invitarles a entrar, que viesen que no les guardaba rencor, son cosas de la guerra, y disfrutasen de la huríes, por si no hubiese más allá como Alá promete.
4 comentarios:
hola, me habian dicho que hay fotos comprometidas de Bulma, pero me sale un tio con una escopeta.
¿Alguien sabe algo?
Tal vez si miras unas entradas más abajo puedas saciar tu curiosidad. Y si no, paciencia que ya mismo vuelve.
No se si pones tus dibujos a ese "pedazo de tamaño" porque quieres que la gente se haga poster, o porque tus amigos nos los podamos descargar con buena calidad. Ojo, que si no es así, en nuestro próximo encuentro pendiente que tenemos, recuérdame que te enseñe a ponerlas más pequeñicas.
La entrevista que te han hecho, ¡¡cojonuda!!, aunque no sabría decir, quien de los dos está más enloquecido.
Es por todo eso. Soy ansín de generoso.
Gracia me hace que hables tú de locos. Algo se me habrá pegao.
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