-Bueno; ahora, Júpiter, haz exactamente lo que voy a decirte. ¿Me oyes?
-Sí, massa.
-Fíjate bien y busca el ojo izquierdo de la calavera.
-¡Hum! ¡Oh, esto sí que es bueno! No tiene ojo izquierdo.
-¡Maldita estupidez la tuya! ¿Sabes distinguir tu mano izquierda de tu mano derecha?
-Sí que lo sé, lo se muy bien; mi mano izquierda es con la que parto la leña.
-¡Seguramente, pues eres zurdo! Y tu ojo izquierdo está en el mismo lado que tu mano izquierda. Ahora supongo que podrás encontrar el ojo izquierdo de la calavera o el sitio donde estaba ese ojo. ¿Lo has encontrado?
Hubo una larga pausa.
-¿El ojo izquierdo de la calavera está en el mismo lado que la mano izquierda del cráneo?...Porque la calavera no tiene mano alguna...¡No importa! Ahora he encontrado el ojo izquierdo,¡aquí está el ojo izquierdo! ¿Qué debo hacer ahora?
-Pasa por él el escarabajo y déjalo caer hasta donde pueda llegar la cuerda; pero ten cuidado de no soltar la punta de la cuerda.
(...)
El Escarabajo de Oro, Edgar Allan Poe.
3 comentarios:
Este no lo teniamos en unas joyas literarias y Jupiter metia el patón, y se equivocba de ojo?
Eseeee...!!!!
Esto es lo que me gusta a mí, leches, que seas capaz de ilustrar esos pasajes literarios.
Enhorabuena, me ha gustado.
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