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viernes, 6 de julio de 2012

Sertorio y la cierva.



Sertorio se hizo enemigo de Sila y buscó con sus legiones refugio en Hispania. Desde allí hizo frente al dictador aliándose con los indígenas. Eran estos últimos amantes de la libertad y dados a los prodigios, y Sertorio les ofreció ambas cosas. Por un lado hizo suya la causa de la independencia frente a Roma y por otra se dejó ver siempre acompañado de una cierva que, afirmaba, le aconsejaba en sus decisiones. Sertorio murió traicionado por los suyos. Pompeyo conquistaría definitivamente las provincias celtíberas. De la cierva guardan silencio las fuentes.

4 comentarios:

Mishiro dijo...

Pompeyo no completó la conquista de Hispania. Todavía años después César, en su estancia como pretor, tendría que proseguirla -y el botín de sus campañas en la península le serviría para aliviar su apurada situación financiera. La sumisión de Hispania a Roma fue terminada por Marco Agrippa, ya bajo el gobierno de Augusto.

El Juan Pérez dijo...

En el texto se habla de "provincias celtíberas", algo impreciso. Y de una cierva que habla. Este no es un blog de la escuela ilustrada sino de la senda marcada por Livio y aquellos.

El Juan Pérez dijo...

Y ya que me tiran de la lengua, aunque soy enemigo de la pedantería, aprovecho para traer a colación la inscripción de un primipilus o centurión de alto rango de la Legio VI Victrix, que celebra la victoria contra los astures entre los años 54-60 d.C., en época de Nerón. Es decir, que la sumisión o pacificación de Hispania, tan celebrada en el Ara Pacis de Augusto, no dejaba de ser pura propaganda imperial.

Unknown dijo...

La historia la escriben los vencedores... la historia "oficial" de Roma está llena de mentiras y verdades ocultadas.
Julio César fue uno de los mayores genocidas de la historia, y no obstante nos lo presentan poco menos que como un héroe.