De Ferlosio está El Jarama, pero también Alfanhuí que es anterior. Yo tuve un profesor de Lengua y Literatura que se llamaba Juan Luis, que debía de admirar mucho a Ferlosio porque un día nos contó el argumento de El Jarama y otro nos leyó un capítulo de Alfanhuí. Aquel primero de bachillerato, del antiguo, fue muy enriquecedor porque veníamos de la EGB y todo era nuevo; el país también empezaba a serlo. Juan Luis era un tipo muy original y estoy convencido de que amaba su profesión. Invitaba a la reflexión y al debate, a la lectura y la narración. El día de Alfanhuí fue uno de los muchos que hizo inolvidables, para hacerse con un asiento en la memoria. Ahora repaso el libro, adquirido en una de viejo, y advierto que tan bueno era aquel como las horas de clase que volaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario