De Juan Álvarez Mendizábal hubo una estatua en Madrid, plaza del Progreso, hasta 1939. La derribaron las tropas franquistas cuando entraron en la capital. Su fama de anticlerical en el XIX provocó la destrucción de la imagen. La pieza era de bronce y obra de José Grágera, escultor asturiano. Una vez retirada y fundida quizás sirvió para forjar un angelote del Valle. No hay intención de rescatarla del olvido, tal vez por ser liberal el retratado. Bonita era.
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