Cuentan que la pequeña dama montó en un caballo para ir de aventuras. Pero que eligió al más perezoso, sin saberlo. Y aunque ella tenía deseos de salir corriendo de su castillo, el jamelgo ninguna. Por eso pasaron toda la tarde en un tira y afloja. Finalmente la pequeña dama decidió dejar la aventura para otra ocasión y el equino bostezó de aburrimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario