La llamaban Red pero en casa Orange. Era una chica que a muy temprana edad quería ser guerrera. Por eso nadie se sorprendió cuando con 18 primaveras le dio dos cuchilladas al capitán del ejército de los gigantes. Pero sí y mucho de que los gigantes también podían morder el polvo y perder las tripas. Y entonces muchas cosas cambiaron en la aldea. Desde entonces los gigantes mantienen las distancias.
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