Hace tiempo, mucho tiempo, cuando se estrenó STAR WARS, los fans de la nacida saga experimentaron un deseo nunca satisfecho de adentrase en aquel universo infinito.
Marvel Comics Group adaptó la película al comic. Animados por el éxito y los deseos del público, los comiqueros decidieron prolongar las aventuras de los protagonistas más allá del guión original. Un equipo de artistas sin complejos decidió abordar la tarea y gracias a su denodado esfuerzo brotaron verdaderos engendros de la inventiva intergaláctica.
Magnífica fue la creación de la figura del último caballero jedi, Don-Wan Kihote, producto de unas mentes tan perturbadas como la de Roy Thomas y Howard Chaykin; héroe que acompañó brevemente a Han Solo en una singular epopeya perpetrada en Aduba-3, planeta inexistente en los mapas que poseemos de la galaxia.
"Tengo el deber sagrado de viajar por la galaxia para defender la causa de la paz y la justicia", venía a ser su credo.