Violeta era la más roja del barrio. Lo raro era no verla a la cabeza de alguna manifestación exigiendo esto o aquello. Un año se marchó de erasmus a Rusia. Visitó Moscú y se puso a vocear junto al mausoleo de Lenin agitando una bandera roja. Los turistas no se cansaron de hacerle fotos. Luego volvió y la hicieron concejala. Empezó a vestir bien y a comer dátiles con bacon. Hoy quiere que gane España.
2 comentarios:
Que weno el dibujo y el texto, eres un maquinon, que viva Españaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jejejje
que viva Espqaña pero que viva lejos
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