
" El hallazgo en 1887 de las cartas -379 tablillas de barro- de los faraones Amenhotep III (Amenofis) y de su hijo, Akhenatón (Amenofis IV), en Tell El Amarna así como del himno a Atón en la tumba del visir Ay, y las estatuas descubiertas por Henry Chevrier (1925) en Karnak, hicieron evidente la existencia de lo que fue, para algunos, un heroico faraón reformador, líder de una revolución religiosa en Egipto. A partir de entonces su figura histórica se vincularía con el monoteísmo hebreo y con Moisés. De hecho se ha manejado la hipótesis de que los seguidores de Atón fueron los emigrados religiosos que conducidos por un príncipe egipcio -¿Moisés?- se establecieron en Canaán y difundieron desde allí la creencia en un solo dios. Una de las pruebas de esto estarían - en opinión de algunos historiadores- en los parecidos que presentan el himno a Atón del faraón Akhenatón, y el salmo 104, atribuido al rey David."
Nelson Pierrotti, Akhenatón y Moisés, ¿padres del monoteismo?