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martes, 8 de abril de 2025

Ron Jeremy el Mercurio del porno

Ron Jeremy humanizaba el porno. Era algo así como la figura del gracioso en el teatro del Barroco que, al irrumpir entre los nobles o dioses del Olimpo con sus giros y chicotas, le aportaba credibilidad a la posibilidad se ascender en la escala social y disfrutar el sexo para ricos. El intermediario entre el hombre de la calle y la divinidad de Venus, un Mercurio para pobres, vamos. De este modo cualquier consumidor de pornografía, tomándolo como ejemplo, podía soñar con la posibilidad de rodearse de beldades y hacer el triple salto mortal sin necesitar de viagras ni miedo a romperse la crisma. Era un tipo que generaba simpatía al aparecer por donde menos podía imaginarse uno, y ponerse a funcionar con más gracia que cualquier musculitos.

A Ron Jeremy dejamos de verlo en el porno, porque se fugó a la serie B, y empezó a hacer otros papeles algo más serios, sin el mismo éxito que en su anterior etapa. Todo el que lo veía fuera de su ambiente sospechaba que echaba en falta sus affaires con las starlets del X. 

Desde que Ron perdió juventud y fama se le han acumulado denuncias y juntado días de cárcel. Igual, después de estas, escribe sus memorias y vuelve a hacerse rico. Es posible que Hitler, en caso de haber coincidido ambos en el tiempo, le hubiese librado de ir a un campo de concentración, por lo de ser judío, más que nada gracias a su pintoresca carrera. Existe una comunidad hebrea en los EEUU que ha propuesto que le hagan un injerto de prepucio para que deje de ser judío. El mundo va muy, pero que muy loco.


domingo, 6 de abril de 2025

Por un lote de libros

Me hace gracia que existan concursos de literatura que te obsequian con un lote de libros. Entiendo que al principio pueda sonar bien, porque eso de que te regalen muchos, si eres lector, es una gozada. Pero luego resulta que esos tochos no eran precisamente los que habías soñado, sino los que la editorial, la administración o quien organiza la rifa tiene de sobra en el almacén, y no sabe cómo desembarazarse de ellos. Es dura esa realidad de abrir el paquete y no encontrar nada que te guste, y ya piensas en los que vas a regalar a los amigos o a la biblioteca del instituto. También puedes disimularlos en alguna librería de esas que compran y venden, y llevarte de segunda mano los que de verdad te interesan. Recuerdo aquel lote de comics que me tocó en cierta ocasión y que me hizo muy feliz, porque era inocente, ignorante y me bebía todo. Creo que de aquellos no conservo ni uno, fueron flor de un día, gozo, más que nada, de ir cargado por la calle de la Feria con un gran tesoro, arropado por el aroma del azahar que invitaba a imaginar que el mundo de la historieta era mío porque me había llevado un premio, recogido en el Potro.


jueves, 3 de abril de 2025

Un continuará y un hermano macaco

Yo me enteré de lo que era un continuará con un cuadernillo de El Guerrero del Antifaz, que me compró mi padre en la estación de Atocha en cierta ocasión.

- Pero si esto salía cuando yo era chico – me dijo, tomando un ejemplar del escaparate de una tienda de prensa.

Se titulaba Libertando Cautivos. El Guerrero daba un puñetazo en portada a un guardián ante la mirada atónita y sorprendida de los prisioneros, y en sus páginas salían los hermanos Kir, la bella Zoraida y juraría que el Conde de los Picos, y por supuesto Fernando y el Guerrero. A espadazos liberaban a miles de cristianos, presos de Alí Kan, Olián o alguno de aquellos tipos de turbante y perilla. Lo pasé pipa mientras nadé en su lectura, pero al llegar al final, donde remataban las viñetas, se podía leer aquello de “continuará” y quedé perplejo; e interrogué a mi padre al respecto, porque nunca antes lo había visto.

- Eso quiere decir que la historia sigue en otro número – dijo, y le tomé la palabra.

Desde ese día, todos los sábados íbamos al kiosco de prensa del barrio y mi padre pedía el periódico y el último de El Guerrero. A mi hermano le compraba un número de Tarzán, de aquellos de la editorial mexicana EN. Mi hermano se sentía fascinado por el personaje, porque era el rey de los monos, y él estaba convencido de que era un ídem. La culpa era de mi padre, que le decía monito. Un día en la tele pusieron un documental de monos, donde salían unos por las ramas, y mi hermano gritó dando un salto que eran su familia. Este tipo de declaraciones no agradaban a mi abuela Visitación, que nos leyó varias veces la cartilla con indignación y aseguró que no era ningún macaco. Esta historia, sin embargo, no tuvo más continuación, aunque sigo apreciando ciertas semejanzas entre ellos, ahora más con los gorilas.


miércoles, 2 de abril de 2025

De cuando grabamos lo de Star Wars

Entonces no había móviles, pero te las apañabas con unas cintas magnetofónicas, no para hacer un vídeo sino un serial. Tenía mi amigo Javi Mesa dos vinilos, creo que eran, con la banda sonora de La Guerra de las Galaxias y, aprovechando que disponíamos de los cómics de Bruguera, decidimos grabar los diálogos con la música de Williams de fondo. Yo creo que la idea nos la dio la edición musical de La Guerra de los mundos, la de Orson Welles, que entonces salió en disco, pero de la que ponían partes en la radio, para que la comprases. Javi la tenía, pero en inglés, porque se notaba menos el falsete, según sostenía muy serio. Aquello nos motivó a leer el libro también. Por todo ello formamos un grupo de amigos y alguna amiga y nos pusimos a la tarea de hacer lo propio, pero con la obra de Lucas. A Fernando le tocó hacer de Han Solo, y a Verónica, la francesa, de Princesa Leia. Javi se ocupó de poner voz a Luke y yo me hice cargo de C3po y Darth Vader, que imitaba a la perfección con ayuda de una tapa de un bote enorme de caramelos. Con la improvisada colaboración de algún que otro amigo, le fuimos dando voz a todos los personajes y en unas pocas de tardes, aquellas en las que no sufrimos demasiadas interrupciones, conseguimos una cinta muy chula con toda la historia. La pena es que de tanto parar, grabar sobre lo grabado y oírla se terminó rompiendo, y aunque repetimos la experiencia varias veces, por diversos motivos ajenos a nuestra voluntad de conseguirlo, las nuevas versiones no nos salieron igual de bien que la primera. Al final las perdimos todas, pero lo pasamos estupendamente mientras duró la fiebre.


viernes, 28 de marzo de 2025

James Bond contra los progres

Fue cuando fui a la librería García Lorca, aquella que había en mi barrio de Saconia y regentaba un cura que era comunista, con intención de comprarme un libro, cuando le empecé a coger ojeriza a los progres. Era el 79, es decir que tenía 13 años, y yo entonces estaba muy sugestionado por todo lo que venía del espacio, de cualquier galaxia muy, pero que muy lejana. De tal modo que no perdía oportunidad de hacerme con todo aquello que oliese remotamente a Star Wars. Ya tenía los cómics de Marvel/Bruguera de Chaykin, los cromos de Panini, las novelas de Alan Dean Foster y Brian Daley, y continuaba completando mi colección con otras series como la de Galáctica o Alien, el octavo pasajero. También estaban los cómics de 1984 y después Cimoc. Pues bien, ilustrado por mi amigo Javi Mesa, que era tan o más friki que yo, (aunque entonces no se nos llamaba así, sino galácticos, según nuestro compañero Gabriel), nos dirigimos a la librería con la intención de hacernos con el libro de Moonraquer, la novela de Ian Fleming, (C. Wood), en la que se inspiraba la última peli entonces de James Bond, que versaba sobre los viajes espaciales y salían unas lanzaderas de las de la NASA, pero también unas tías espectaculares en la portada. El libro era una edición de lujo de Bruguera. Total, que nos presentamos allí y no estaba el cura, que era con el que mejor nos entendíamos, pero sí un par de juveniles sujetos con barbas de cuatro pelos, jerséis de aquellos gordos de lana y zapatos de piel vuelta que se miraron con suficiencia, alzando las cejas y esbozando media sonrisa, cuando hicimos nuestro pedido. Después de tragarnos sus despectivos gestos de superioridad tuvimos que aguantar una sarta de improperios sobre el capitalismo y el negocio editorial que, sinceramente, nos traían al pairo. El caso es que después de aguantar sus mordaces comentarios nos salieron con que no lo tenían, que era por donde debían haber empezado. Por lo que salimos sin despedirnos y nos piramos hasta el Corte Inglés del Princesa, que era donde no faltaba de nada, y terminamos con nuestro ejemplar de Moonraquer, que era tan malo como la película, pero para nosotros un billete a otro planeta.


lunes, 24 de marzo de 2025

La de Coronado y Sujeto Darwin

Fue en el rodaje de Sujeto Darwin, el corto zombi cordobés con guion del Amaro, cuando dejamos sin comer a Coronado, el actor de Puente viejo, la serie de Antena 3, esa de la hora de la siesta que tuvo miles de capítulos. Supongo que se le pagó religiosamente por su participación en el filme y que incluido estaba el plato de arroz de un perol que se preparó al efecto, para satisfacer el hambre de técnicos y extras. Pancorbo y yo llegamos tarde, y no nos disfrazamos. Allí andaban, entre otros, el Cáceres, muy metido en su papel de muerto viviente, y el doctor Muñoz con los ojos muy abiertos. El caso es que llegó la hora del condumio y se repartieron platos y cucharadas de paella, y los que ya dije que llegamos a destiempo no quisimos quedarnos con hambre. Sin decir esta boca es mía, nos dedicamos a engullir el contenido de unos platos que parecían haber sobrado, deliciosos, por la hora más que otra cosa. Asomó entonces el Coronado, que había estado atendiendo una llamada, exigiendo el suyo, pero ya no quedaba, por lo que montó un escándalo de cojones. Ya lo apaciguaron con la promesa de hacer otro perol, pero ese día no comió hasta las cinco la tarde, por lo menos. Nosotros callamos y huimos por café, ahora lo contamos y nos reímos.


domingo, 23 de marzo de 2025

Los huevos de Trump

Ahora que Trump habla de huevos, porque lo nos tiene, me viene a la memoria el dato del famoso de Colón, con el que éste quiso demostrar la esfericidad de la Tierra a los Católicos, la Isabel y el Nando. Igual que ha hecho suyo el Golfo de México, el yankee es capaz de reclamar el del almirante por la escasez de eggs en su country, con eso de America First que repite tanto. Yo creo que lo que había que hacer era enviarle la receta aquella de posguerra, la que inventaron las monjas durante la persecución roja, la de la tortilla sin huevo; o que eche mano, si puede, de la química de los nazis, y en vez de caucho fabrique yema.


sábado, 22 de marzo de 2025

El woke y el otro

La castaña que vienen dando de un tiempo a esta parte con lo "woke", que no es sino lo "progre" de toda la vida. Primero nos castigan los más puristas con aquello de que usamos y abusamos de anglicismos, pero luego le cogen gusto a la palabreja que viene de fuera, porque la tienen en la boca los más recalcitrantes de allende de los mares, los que se aprenden las sagradas escrituras de memoria. No seré yo el que salga en defensa del progre, o del woke, que no deja de ser un sujeto cansino y con poca imaginación, temeroso del apocalipsis y creyente en la bondad del género humano. Pero tampoco voy a reírle la gracia a los que viene con lo contrario, que es lo de antiguo: quemar brujas, volver al camisón del agujero, o sufrir en este valle de lágrimas; porque si hemos llegado hasta aquí no ha sido precisamente gracias a ellos, sino a tipos que pusieron en tela de juicio sus mezquinos valores, ya en el siglo XV, ya en el XVIII y en los sucesivos. Y ahí lo dejo.



miércoles, 19 de marzo de 2025

El día del padre

Un día descubres que eres padre porque a tu alrededor hay unos pequeños que crecen y te lo llaman. No terminas de asimilarlo ya que no era algo que entrase en tus planes, ni que hubieses preparado porque no existen academias ni universidades al respecto, tú siempre fuiste hijo, pero sin saber del todo cómo te lo has ganado. Pronto descubres que no eres sino el padre de aquellos niños, y por ellos te conocen y lo demás no importa. Un conjunto de problemas que no eran tuyos empiezan a entorpecer tu vida y tienes que desdoblarte en dos o tres sujetos más para sortearlos, con mejor o peor fortuna. Al final te ves rodeado de gente que no acabas de conocer, porque se han convertido en otras personas, con cosas que no son las tuyas, pero que te quieren y a las que has tomado cariño. El caso es que una vez que pasas por ello ya no hay marcha atrás, serás padre el resto de tu vida.