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sábado, 4 de octubre de 2025

El arca inviolable

Mi abuela tenía en el zaguán un arca repleta de harina. Cubría esta última de sábanas blancas, con el fin de que no se viese, para evitar que los aguaciles la requisasen, en alguno de aquellos registros que se hicieron durante y después de la guerra. Entraban en la casa y se llegaban hasta la cuadra, y con un palo muy largo hurgaban en el pajar en busca de algo comestible. Sin éxito.
- ¿Has mirado en el arca? - preguntaba uno.
- ¿Ahí en la puerta va a esconder algo?
- Mira a ver. ¿Qué?
- Sábanas.
- Hasta otra, señora.
Y como llegaban se iban, a otra casa a cumplir con la obligación.

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