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lunes, 2 de agosto de 2010

Quiero ser Goku! (O Tortuga Duende?)


Nacho Lú, que antes se llamaba Ignacio López, pasó su infancia frente al televisor viendo a Goku pegando a diestro y siniestro. Golpes y más golpes a toda velocidad y en cámara lenta, o muy lenta, como sus aventuras en muchos episodios. Aquello marcó su vida, como a otros antes Kunfú, y ya de grande marchó en busca de un maestro, a lo Tortuga Duende, que lo educase en las artes marciales. Gracias a la globalización encontró uno en el restaurante de su calle, que además era peluquería, y se inició en el conocimiento de las técnicas de lucha del lejano oriente. Aquel anciano enseñarle le enseñó poco, salvo la trastienda. Por unos euros a la semana las chinitas le ponían de punta el pelo.