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domingo, 22 de enero de 2012

Granados al fondo del mar.



Regresaba de la tierra del tío Sam el laureado compositor Enrique Granados tras el estreno de su ópera Goyescas. Era el año de 1916, de cuando la Gran Guerra, un 24 de mayo. Un submarino alemán obediente a las órdenes del Kaiser Guillermo torpedeó el Sussex, buque en el que viajaba con su esposa nuestro músico.
Se hundió la nave con tripulación y pasaje. 

viernes, 6 de enero de 2012

Judith.





Holofernes sitiaba la ciudad de la bella Judith. Para librar a su pueblo del acoso del ejército babilónico, la joven judía se presentó ante el sátrapa como lo hacen las cortesanas. Después de una noche de excesos, aprovechando que el asirio dormía la borrachera, la mujer le arrebató su espada y le cortó la cabeza. Cuando se corrió la voz de la muerte de su general, los soldados huyeron en desorden y los judíos los persiguieron hasta darles muerte.

martes, 3 de enero de 2012

El viejo de la montaña.



Visité al viejo que en la montaña habita con la intención ver con mis propios ojos las maravillas que según algunos viajeros había en su palacio.
No me pareció aquel lugar distinto a cualquier otro castillo. Muros de frías piedras, plazas vacías y habitaciones oscuras. 
Pero cuando me dio a probar sus hiervas las paredes se poblaron de bellos azulejos y mosaicos, los patios se llenaron de flores y fuentes, las habitaciones de luces y ricos muebles, y numerosas esclavas acudieron a saciar mis apetitos.
Era tal mi dicha que decidí no abandonar jamás al viejo ni aquel extraordinario lugar. Pero un día el anciano me dijo que para permanecer allí era necesario superar unas pruebas. Entonces me puso en la puerta y me conminó a traerle la cabeza de un sultán.
Desde aquel día no duermo, no bebo y no como. Cabalgo sin cesar. En mi mente sólo hay un deseo, las  hiervas de aquel lugar.