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domingo, 23 de abril de 2017

El gemelo del César



Cuenta Macrobio en sus Saturnales que en cierta ocasión, reinando el divino Augusto, apareció por Roma un hombre de provincias que guardaba un gran parecido con el césar, hasta el punto que la gente por la calle lo confundía con aquél.
Enterado Augusto, lo mandó llamar y cuando lo tuvo delante, admirado del parecido, le preguntó:
- Dime, joven, ¿estuvo alguna vez tu madre en Roma?
Y el gemelo respondió:
- No, César, pero mi padre muchas veces.

También lo contó Valerio Máximo con anterioridad y siglos más tarde Juan de Salisbury.

viernes, 7 de abril de 2017

La mosca de Marcelo.



Estaba la ciudad de Nápoles invadida por un ejército de moscas y el poeta Virgilio se acordó de un sobrino de Augusto que adiestraba halcones para la caza.
- Si tú enseñas a aves a cazar aves, ¿por qué no enseñas a una mosca a cazar moscas? -, le dijo.
El otro, que se llamaba Marcelo, después de meditarlo mucho, fue a pedirle permiso a su tío.
Al emperador le pareció acertada la propuesta y dio su beneplácito, y Marcelo, ni corto ni perezoso, adiestró a una mosca en la caza de sus semejantes y ella sola libró a Nápoles de la plaga.
Lo cuenta Juan de Salisbury en su Policraticus, y se queda tan ancho.