Seguidores

viernes, 3 de agosto de 2012

La hija de Jefté.



Jefté, por ser hijo de prostituta, fue expulsado de su pueblo. Creció y su fuerza le dio fama.

Los judíos adoraban a Baal y Yavé se sintió celoso. Envió a los amonitas para que castigasen a Israel. Entonces los ancianos se acordaron de Jefté y le rogaron que liderara a sus hermanos a cambio de proporcionarle un lugar entre los elegidos.

Jefté llevó a su pueblo a la batalla y juró sacrificar a Yavé al primer ser humano que le felicitase por su victoria.

Tras derrotar a los amonitas los judíos regresaron a sus casas y a Jefté salió a felicitarle su propia hija.