Seguidores

viernes, 15 de marzo de 2024

La madre inesperada

Recuerdo, con cierto amargo sabor de boca, que cuando era niño y estaba tan inmerso en mi mundo de fantasía, (un mundo que corría paralelo al real), llegaba a casa del colegio y no reconocía a mi madre. Era una situación muy chocante que se repetía con cierta asiduidad. Entraba por la puerta, como si lo hiciese a la gruta de Alí Babá o la de Polifemo, y de repente descubría a una desconocida haciéndome preguntas, lo cual me desconcertaba por completo. Necesitaba unos minutos para situarme y asimilar el encuentro. Eran unos instantes aterradores porque en mi cerebro no hacía sino preguntarme que quién era aquella mujer tan cariñosa, sin acertar a descubrirlo, pese a que reconocía perfectamente mi casa y sabía que a mi lado estaba mi hermano. Por fortuna, el aterrizaje forzoso duraba poco, y el pan con chocolate de la merienda ayudaba en la reconciliación con la realidad. El resto de la tarde volvía a las andadas y ya andaba en otra historia, o varias, hasta la noche, provocadas por los personajes de Un globo, dos globos, tres globos u otros imaginarios. Al día siguiente vendrían nuevas aventuras. Aquellos años eran una avalancha de novedades, estaba tan perdido como ahora, pero ni me daba cuenta ni me importaba.



No hay comentarios: