Sin Israel el Islam seguiría durmiendo una siesta de siglos, que es lo que llevaba haciendo hasta entonces. El asunto este es algo así como lo de Parque Jurásico: traer del pasado a los protagonistas de aquel, sin pensar en sus consecuencias. También puede llamarse nacionalismo. El conflicto surge cuando lo que se consideraba realidad no es más que leyenda, o la suma de varias. Las religiones tienen gran culpa de ello, sin olvidar a los políticos que las siguen a pies juntillas. Cualquier patriarca bíblico es tan real como los magos de la Tierra Media, pero dañino en manos de tuertos, que también quiere decir torcidos.
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