La noticia es que se ha quemado la mezquita de Córdoba, pero en realidad ha sido una capilla dedicada al culto católico, porque hace ya varios siglos que es catedral cristiana. He visto unas fotos del interior y se ve todo muy chamuscado, entre arco y arco de herradura. Espero que no se haya perdido alguna pintura o escultura de valor artístico y, por respeto a los capillitas, ninguna imagen de esas que les escuchan y gustan de pasear. Creo que una vez, caminando entre sus columnas, tarareando la de Medina Azahara u otra, vi unos extintores anexos a los capiteles de pencas dando el cante y ahora me he han venido a la memoria, igual estaban de adorno. Siempre que miento la mezquita y ahora catedral me acuerdo de los cuadros de uno de los hermanos Carducho, que estudié durante la carrera. Me daba unas vueltas por allí, desde varias perspectivas, a ver si veía algo, porque era un pegote oscuro. Ahora parece que está más limpio, le han quitado mugre y puesto más luz, y descubro que era otro san Eulogio, el mío debió de llevárselo la mopa. A mi me gustaba visitarla entonces, a la hora del almuerzo, cuando había clase de latín y pocas ganas de leer a Salustio, el de la jodida conspiración de Catilina, que era sabino, pero no de Úbeda como Joaquín.
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