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viernes, 5 de septiembre de 2025

Alatristes

Ahora que el Pérez Reverte vende su nuevo Alatriste y compara a Europa con un parque temático, me viene a la memoria el libro del Capitán Alonso Contreras, sus memorias, en las que cuenta sus lances y desventuras como militar, espía y mercenario, ocurridas allá por el XVII, y prologado con posterioridad por don José Ortega y Gasset, (1943). El filósofo, que ya andaba en tratos con las autoridades franquistas para formalizar su regreso, (1945), sintió, en su última etapa, una especial fascinación por la España del XVII, por ser esta pura contradicción, al mostrar la coincidencia temporal entre la decadencia política y el auge de las artes. De ahí su interés también por Velázquez. Sostenía Ortega, (y Gasset también), que Contreras fue aventurero que vivió a salto de mata, con vocación de no tener vocación, «es el hombre suelto, sin raíces en ninguna disciplina interna, que sabiéndose sometido a la externa de la ordenanza encuentra en ello motivo para emanciparse de todo respeto.» Y señalaba que de sus memorias bien podrían extraerse varias películas en Technicolor. Ortega, después de la conflagración mundial, tenía cierta esperanza en la recuperación de Europa, pero en otro contexto, porque soñó con la victoria del Eje. En el 45 el panorama era distinto y probablemente por eso se refugió en España. Nada que ver Contreras con Ortega, salvo un prólogo que proporcionó frases recurrentes a un escritor posterior, que goza de la fama y su respaldo.