Seguidores

martes, 14 de mayo de 2024

Negra

Le he puesto el nombre de Negra porque es negra como la noche que invita al sueño o la mancha de tinta china sobre el papel blanco, que era el terror de todo aprendiz de dibujante, sobre todo cuando estabas terminando de entintar el original y sobrevenía la catástrofe.

Empecé a notar su presencia hace algunos años, de manera esporádica, y lo consideré un relámpago de oscuridad sin la mayor importancia, un efecto producido por el cansancio o el vuelo errático de un moscardón. Entonces era como un pájaro negro que aleteaba a mi alrededor como si fuese a evitarme. (Recuerdo que hice una visita al oftalmólogo por tal motivo, pero tras un examen minucioso de las pupilas no le pareció signo de nada grave, sino algo extraño).

Sin embargo, si antes fugaces, ahora van siendo más frecuentes sus visitas y algo más prolongadas, no son, como antaño, flases, sino que duran varios segundos, tal vez minutos. Lo cual me ha permitido poder observarla y atreverme a hacer una descripción de su aspecto, que se va enriqueciendo en detalles con cada uno de los nuevos encuentros. Podría hacer incluso un retrato con la información que voy reuniendo.

La Negra es una figura romboidal, o algo parecido a una larga capa con capucha que flota a unos 40 cm del suelo, aunque no mide más de un metro y medio, no es alta. Es muy negra, espesa en su oscuridad. Da la sensación de que es una ventana a un universo sin estrellas, vacío pero inmenso. He dicho que parece vestir una capa, pero sería más acertado referirme a su indumentaria como el de un traje de novia, porque su contorno resulta vaporoso, igual que si llevase un velo puesto.

Cuando aparece no me asusto, me limito a contemplarla hasta que desaparece, que lo hace siempre de golpe. En esos instantes mi mente me dice que la Negra es fruto de mi imaginación y que realmente no existe. Lo interpreto como un fallo de sistema interno, (buscando una similitud con el mundo de la tecnología que nos rodea), que me impide ver e interpretar la realidad que tengo delante de los ojos y esta se convierte en una mancha.

La Negra se hace la encontradiza cuando estoy solo en casa, o cuando es la hora de ir a dormir. Ni me molesta, ni me incomoda. No sé si me observa o está esperando algo de mí. De un tiempo a esta parte acaricio la idea de alargar una mano e intentar palparla, pero temo que esté demasiado fría.

He llegado a la conclusión de que antes o después podré identificar sus rasgos. Cuando pierda la vergüenza dará la cara. Mientras llega o no ese momento, dejo estas letras por escrito para que podáis actuar en consecuencia si advertís en un futuro que hace días que no me veis. Especialmente si después de leerlas, sin motivo aparente, vuestra pantalla se apaga.


No hay comentarios: