La cosa que vivía en el pantano estaba la mar de triste, rodeada de tanta agua verde, porque la rana de la que estaba enamorada se había marchado. Croaba muy alto y creía ser artista. Hizo las maletas y se largó a saltos muy lejos, buscando la gloria. Y la cosa casi se vuelve loca, pues la echaba mucho de menos. Se rodeó de sapos muy serios, que la miraban y la aburrían. Los días se hicieron más largos y los mosquitos perdieron el miedo y la vergüenza. Ella afinaba el oído, por si la oía, pero sólo escuchaba trompetillas. Y cuando se descuidaba: zas!, la banderilleaban. Al final murió de asco, se infló y se llenó de gusanos. Un día volvió la rana, rana, y se dio un festín de moscas.
3 comentarios:
estooo, ya se quién es la Leti, ¿a que sí?
Y quién soy yo para robarte la ilusión?
O sea, que el amor es una es una !%&?Ç$!!
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