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lunes, 22 de marzo de 2010

Empantanada.


La cosa que vivía en el pantano estaba la mar de triste, rodeada de tanta agua verde, porque la rana de la que estaba enamorada se había marchado. Croaba muy alto y creía ser artista. Hizo las maletas y se largó a saltos muy lejos, buscando la gloria. Y la cosa casi se vuelve loca, pues la echaba mucho de menos. Se rodeó de sapos muy serios, que la miraban y la aburrían. Los días se hicieron más largos y los mosquitos perdieron el miedo y la vergüenza. Ella afinaba el oído, por si la oía, pero sólo escuchaba trompetillas. Y cuando se descuidaba: zas!, la banderilleaban. Al final murió de asco, se infló y se llenó de gusanos. Un día volvió la rana, rana, y se dio un festín de moscas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estooo, ya se quién es la Leti, ¿a que sí?

El Juan Pérez dijo...

Y quién soy yo para robarte la ilusión?

Kokoshka dijo...

O sea, que el amor es una es una !%&?Ç$!!