Charlie era estudiante de Medicina y le encantaban los Stones. No había tarde que no imitase al Jagger en la pista. Un día se lo llevó por delante un camión a la salida de la disco. Iba muy cargado. En vida, tuvo la precaución de donar el esqueleto que tanto movió a la Facultad de Ciencias. Ahora lo exhiben allí en pose provocativa como a él le gustaba, y mientras suenan los Rolling en la tele de la cafetería.
2 comentarios:
Viste y con eso igual pretendió parecerse a morritos. jaja. Un saludo.
Por cierto tus dibujos siempre tan geniales.
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