Anaxágoras de Clazomene gozó de la simpatía de Pericles y divulgó su filosofía en la antigua Atenas.
Fue acusado en los tribunales por impiedad pues afirmó que el Sol era una masa de hierro encendido y no un dios. Y en otra ocasión por traición.
Marchó al exilio y en su ausencia lo condenaron a muerte.
Unos legados le llevaron la sentencia y les contestó: "hace mucho tiempo que la naturaleza me condenó a muerte".
También le llegaron nuevas de la muerte de sus hijos y respondió: " los engendré mortales".
Murió en Lámpsaco y como última voluntad rogó que cada año celebrasen su defunción dejando jugar a los niños un mes.
Fue acusado en los tribunales por impiedad pues afirmó que el Sol era una masa de hierro encendido y no un dios. Y en otra ocasión por traición.
Marchó al exilio y en su ausencia lo condenaron a muerte.
Unos legados le llevaron la sentencia y les contestó: "hace mucho tiempo que la naturaleza me condenó a muerte".
También le llegaron nuevas de la muerte de sus hijos y respondió: " los engendré mortales".
Murió en Lámpsaco y como última voluntad rogó que cada año celebrasen su defunción dejando jugar a los niños un mes.
1 comentario:
Me acaba de caer bien el Anaxagoras ese (si es cierto todo lo que cuentas)
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