La perra que tienen algunos con eso del fetichismo. Sin ir más lejos ahí esta el Braulio. Se ha comprado el tío un traje de goma por internete y se alquila como neumático hinchable a las turistas nórdicas que veranean en La Herradura. Asegura que no hay mayor placer que sentirse objeto turístico de sol y playa, y flotar sobre las olas bajo las nalgas de un par de rollizas germanas. Mezclando la fantasía sexual y el negocio está forrándose también de euros. No sé dónde vamos a llegar.
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