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lunes, 28 de diciembre de 2009

Estímulos artísticos.


Bob jamás de los jamases había pisado una sala de arte. Es más, era algo que nunca antes había pensado hacer. Pero aquel día lo hizo, quizás porque a la entrada le ofrecieron un plato de dátiles con becon. La suya no fue una visita hecha con mucho entusiasmo. El caso es que se detuvo frente a un cuadro y así, inmóvil, permaneció el resto de la tarde hasta que se apagaron las luces. Nadie pareció percatarse de su estado, petrificado en el espacio y el tiempo. Se ven tantas cosas en estas muestras de arte moderno.
Vino un día y otro día, una semana y otra, hasta que pasaron un par de meses, y entonces se desmontó la exposición. Lo subieron todo a un camión y se lo llevaron a otra ciudad.
¿Bob? Sigue igual. A lo mejor espera otro pincho. ¿Tortilla?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno Juan Perez, si me ofrecen unos dátiles con bacon entro donde sea. Saludos desde La Condena de Sísifo