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viernes, 26 de julio de 2019

Un ejemplo de Valle Inclán.


"Amaro era un santo ermitaño que por aquel tiempo vivía en el monte vida penitente. Cierta tarde, hallándose en oración, vio pasar a lo lejos por el camino real a un hombre todo cubierto de polvo. El santo ermitaño, como era viejo, tenía la vista cansada y no pudo reconocerle, pero su corazón le advirtió quién era aquel caminante que iba por el mundo envuelto en los oros de la puesta solar, y alzándose de la tierra corrió hacia él implorando:
-¡Maestro, deja que llegue un triste pecador!(...)" 

Valle Inclán, Un ejemplo.


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