Veía acercarse la muerte el rey Herodes y, a sabiendas de que los judíos la celebrarían por librarse de su tiranía, ordenó que cuando ésta se produjese fuesen asesinados los personajes más destacados de cada una de las aldeas de Judea. De esta forma todas las familias llorarían y guardarían luto.
Su cuerpo fue envuelto en lienzo de púrpura y guardado en féretro de oro. Su guardia personal de tracios y galos lo acompañó hasta el Herodio donde fue enterrado. Así lo cuenta Flavio Josefo en La Guerra de los Judíos.
Su cuerpo fue envuelto en lienzo de púrpura y guardado en féretro de oro. Su guardia personal de tracios y galos lo acompañó hasta el Herodio donde fue enterrado. Así lo cuenta Flavio Josefo en La Guerra de los Judíos.
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