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martes, 14 de septiembre de 2010

La Cautiva.





– Apártate, mora bella,
apártate, mora linda,
que va a beber mi caballo
de esa agua cristalina.

– No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva;
me cautivaron los moros
el día de Pascua Florida.

Las lágrimas de mis ojos
por mis mejillas corrían,
no me las pude secar
que amarrada me tenían.

– ¿Te quieres venir conmigo?
– Con usted, señor, me iría;
y estos pañales que lavo
¿en dónde los dejaría?

– Los malos al río abajo,
los buenos delante irían.
– Y mi honra caballero
¿en dónde la dejaría?

– Juro en la cruz de mi espada
que al pecho llevo ceñida
no hablarte una palabra
hasta los Montes de Oliva.

Ya llegaron a los montes,
suspiraba la cautiva.
– ¿Por qué lloras, mora bella,
por qué lloras, mora linda?

– Suspiro porque mi padre
a cazar aquí venía
y mi hermano don Bueso
en su compaña venía.

– ¡Válgame el Santo Cristo
y también las Tres Marías,
que pensé encontrar mujer
y encontré una hermana mía!


Romance popular.

3 comentarios:

Eva dijo...

Ooh bonita ilustración :) He visto otra tuya, la de "El Amante de las Palabras" en la Escuela Oficial de Idiomas, anda que no luce en un cartel :D Vaya, pero se había quedado casi detrás de un panel de anuncios... No sé si luego retirarán el panel.

Anónimo dijo...

la ilustración es preciosa ¿ tiene mucho curro?

El Juan Pérez dijo...

Tiene su rato, sí.