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domingo, 2 de noviembre de 2008

Levito.

Cuando yo era niño soñaba muchas veces que volaba. Empezaba a correr y a dar saltos cada vez más y más más altos, y al cabo de un rato me ponía a volar, o mejor dicho, a nadar en el cielo.
Ya no sueño aquello, ahora sueño mucho que puedo elevarme en el aire unos metros y permanecer así suspendido un buen rato. Lo hago como la cosa más natural del mundo, como si se tratase de respirar o de comer. Es curioso el mundo de los sueños, el subconsciente y todo eso.
Igual no es sólo un sueño. Lo mismo un día os doy un susto.


4 comentarios:

MOI dijo...

ES UNO DE LOS DIEZ SUEÑOS TIPICOS QUE CATALOGÓ FREUD EN LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS.
YO TAMBIÉN LOS TENÍA HASTA QUE LLEGÓ MI SUPUESTA MADUREZ, SE SOLÍA ALTERNAR CON EL DE QUE ESTAS EN LA CALLE TE FALTA ALGO DE ROPA,
Y TE VUELVES A CASA MUERTO DE VERGUENZA. UNA PENA QUE SE VAYA PERDIENDO ESE SUEÑO, CON LO AGRADABLE QUE ES.

Juanfran dijo...

Le evitas, ¿a quien evitas? Ese sueño, como bien dice Moi, viene siendo un clásico desde los tiempos de Prepucio, y significa algo así como que deberías leer menos a los griegos y más a los clásicoe españoles como a Miguel de Unamano, también conocido como El manco de Lepanto.

Juanfran dijo...

Ah, y si un día se te ocurre levitar de verdad, no se te ocurra venir a darme el susto a mi, que ver a un tio por los techos como si fuera una lagartija, me da mucha impresión.

Manuel Amaro dijo...

Hulk no vuela, salta.

Confundes la vocación.