"Tarquecio, rey de los albanos muy arbitrario y cruel, tuvo en su casa una aparición sobrenatural, pues del hogar salió de pronto un falo y allí permaneció durante muchos días. Había en Etruria un oráculo de Tetis, del que se le trajo a Tarquecio la prescripción de unir con el falo a una virgen, pues de ella nacería un hijo muy señalado, de extraordinaria virtud, fortuna y energía..."
Plutarco, Rómulo.
(traducción de Aurelio Pérez)
1 comentario:
Sí, a veces pasa en las casas más decentes.
Desapareces un par de meses para arreglar unos asuntillos (ya sean batallitas de ná o temas falderos), y cuando vuelves te encuentras olor a falo en el salón.
Y ya sabes lo que dice la sabiduría popular: donde huele a falo, falo ha habido.
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