Le dieron a Manolo, alías el patoso, la oportunidad de salir en un anuncio de esos de la tele, como de la Coca Cola o el Operación Triunfo, donde se da un gran salto y se dice alguna frase que, andando el tiempo, se repetirá mucho, o su musiquilla.
Andó a la prueba, casting en español ahora y en inglés siempre, y fue elegido entre cientos y cientas de miles y milas. La razón estuvo en el modo de efectuar el salto. "Atípico", dijo con voz rotunda y seca un tipo bajito, gafapastoso, de pelos naufragados en la calva, rodeado de espectaculares señoras de tetas prominentes, nalgas de cantimpalo y vestidos minúsculos.
Pero el anuncio nunca se hizo porque Manue no fue capaz de repetir la pirueta en el rodaje. Un tropiezo, aposta no sale, nos contaba, entre sorbo y sorbo de litrona, arropados por la monotonía del barrio y el perfume de maría; y soñábamos, envidiándolo, con el enano saltarín sobre sus siete gigantas.
5 comentarios:
Así es como se las gastasn los chavales del barrio, esperando que descubran sus virtudes en un casting.
muy bueno el relato y la ilustración.
saludos
Gracias.
Muy bueno tu blog.
Juan Pérez. Soy David, (el de "la Cárcel"). Te sigo desde hace años en "el Batracio". Sigo tus opiniones en la susodicha "Cárcel". Y entro aquí y como no, me gusta lo que leo. Y no solo lo que leo de ti, sino lo que leo de la gente que te lee.
Sigue así y enhorabuena por tus trabajos. Es un alivio encontrar en ellos un islote alejado de los tiempos politicamente correctos que vivimos.
Gracias. Pero no creas todo lo que lees, gasto mucha imaginación.
Davin, el blog está muy leido ¿Quién lo desenleerá? el desenleedor que lo desenlea, buen desenleedor será.
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