viernes, 19 de abril de 2013
Hircano.
La ley judía prohibía que un hombre físicamente deforme ostentara el cargo de sumo sacerdote.
Para que Hircano no siguiese desempeñándolo, su sobrino le arrancó las orejas a mordiscos.
1 comentario:
Morri VanHelsing
20 de abril de 2013, 8:06
¡Qué animal!
Responder
Eliminar
Respuestas
Responder
Añadir comentario
Cargar más...
‹
›
Inicio
Ver versión web
¡Qué animal!
ResponderEliminar